maría: tenías razón, betza, con el masaje de pies, ya me estoy sintiendo mejor.lora] ariadna: ay, maría, tienes unos ojos tan bellos, que no merecen llorar, sino, que lloren por ellos. maría: tú que eres mana. ariadna: bueno, sí, ahorita si no se te aprecian mucho porque como sí tienes un poquito corrido tu rímel, eso te acentúa más tus patas de gallos y además la hinchazón. maría: [llora] bueno, ya párale, no. que no me ves que acabo de perder al amor de mi vida. ariadna: lo sé, maría, pero yo creo que te obsesionaste con eso de que se te declarara. pues, a los hombres no hay que presionarlos. maría: betza, pero si tú me dijiste-- ariadna: sí, pero una tiene que saber cuáles son los consejos que debe escuchar y cuáles no. ahorita yo te aconsejo-- maría: no, no, mira, sabes qué, ya, betza, ya, gracias por tus consejos, ¿eh? en buena onda, gracias, ¿eh? ya. a veces, que la soledad es la mejor consejera. voy a estar en la azotea, llorando, qué lindo. [llora] ariadna: cuídate, maría. ay, chanfle. maría: el mar y el cielo, se ven igual de azules, y en la distancia pa