en la oficina está bien, ¿pero aquí? carlos: ¿tengo razón, qué? gael: está bien, tiene razón, jefecito. carlos: sí, no, no, sin sarcasmo. dígamelo bien o se va a la calle a dormir carlos: ¿acostar donde? gael: a mi lado. carlos: ¿su helado? de qué lo quiere, de vainilla? usted va a dormir allá. aquí dormimos los jefes. usted duerme allá, como empleado. yo duermo aquí, donde no hay una mesa donde me rompo la rodilla todas las noches que voy al baño. usted va ahí. y usted va del lado de la vasinica, donde usted va a meter el pie, no yo. ¿quedó claro? gael: está bien. carlos: no, ¿está bien, qué? gael: está bien, jefe. carlos: conteste bien, porque lo mando al basurero. gael: está bien, jefe. carlos: muy bien. no diga nada, no diga nada. gael: no estoy diciendo nada. carlos: por eso, pero si lo piensa decir, le descuento de su ínfimo sueldo. y por favor, duérmase, que me cuesta mucho trabajo dormirme. [ronca] [teléfono] gael: ¿sí? ah, ¿que pasó, abogado? sí, mañana vamos a conciliación de arbitraje a demandar a este desgraciado, es el peor jefe que he tenido. bueno, la verdad es el único, nunca había tenido jefes. mañana lo demandamos. pero voy a colgar, porque no