segÚn gladys molina, directora de la organizaciÓn young centre for immigrants rights, el costo humanorÍa comer, no querÍa saber nada. angie: sin embargo, en medio de la angustia. luci: hasta un dÍa que me llamÓ la niÑa. angie: ella cuenta que escuchar la voz de su pequeÑa mariela en el telÉfono la regresÓ a la vida. luci: me rompÍ en llanto. angie: ¿quÉ le dijiste? luci: uy, que la amaba mucho. angie: su hija estaba segura en casa de unos familiares cerca de los Ángeles, california. ¿y ella quÉ te dijo? luci: pues, que me extraÑaba, que me querÍa mucho y que dÓnde estaba. pues, yo le dije que en una escuela aprendiendo cÓmo comportarme. angie: no le dijiste a tu hija que estabas en la cÁrcel. luci: no porque pues, es muy feo que mi hija vaya creciendo con eso de que una persona estÉ en una cÁrcel y que es muy duro. angie: durante la llamada luci se enterÓ que su hijastro, fabio, habÍa sido deportado al salvador, pero que anerd, de 18, estaba en un centro de detenciÓn. cuando colgÓ, dice, se prometiÓ que harÍa lo que estuviera a su alcance para reunirse con sus hijos. la oportunidad ll