toña: mi hija me hace un mapa, o mi yerno me hace un mapa, y yo con el puro papelito, mirando mi mapa en la vida. vilma: aunque a los que ella ha ayudado tanto siempre quisieran retribuirle sus acciones. toña: cuando yo a alguien llevo y me dice tenga diez pesos o veinte pesos, yo no se los agarro, que lo ahorren, porque uno nunca sabe cuándo van a necesitar ese dinerito. vilma: en cada viaje toña lleva consigo solo lo necesario para enfrentar la larga jornada. toña: en mi cartera nada más llevo un rosario, llevo una bolsita con monedas, yo siempre digo que son mis limosnas, para comprarme por lo menos una botella de agua. y llevo una bolsita de semillas. mateo: todos los problemas que tengo con el trabajo, todo eso ahí, fui a buscar una ayuda... vilma: en los viajes con sus pasajeros, el carro que maneja toña se convierte en un confesionario. toña: a veces cuando están enfermos me abren su corazón y me dicen no, fíjese, doña toña, que me pasa esto, tengo esto. cuando no puedo ayudarlos yo me pongo a llorar por no poder hacer nada por ellos. vilma: ella asegura que siempre encontrará